Mensaje 2022-Ago-20

Serie: Cultivar la salud emocional (DESCANSAR)

Descansar es un acto de adoración

Muchas de las personas que conocemos viven abrumadas, ocupadas y tienen muchos compromisos. Cuando les preguntamos cómo se sienten, responden: “Estoy muy cansado, agotado o exhausto”. Esta respuesta refleja la falta de descanso en lo físico y en lo espiritual.

Mientras transitamos por el sendero de la vida, Dios tiene paradas de descanso que quiere que tomemos. Desea que aceptemos su mandato que nos indica que debemos descansar, pero que lo asumamos como un principio de vida. El mandato para reposar lo vemos claramente en el Antiguo Testamento:

  1. Descanso en la creación. El llamado en Éxodo 20:8-11 a observar el día de reposo está ligado a que Dios santificó un día de reposo durante la creación. Así como creemos que el matrimonio fue instituido antes de la caída, el día de reposo fue instituido, también, antes de la caída, por lo que todo creyente debe propender por cumplirlo.

Podemos discrepar sobre cómo debemos aplicarlo, pero, sin duda vemos que Dios instituyó un plan para el beneficio del ser humano, en el cual labora seis días y descansa uno. Parte de este beneficio es descansar físicamente, pero también es poder rendir adoración a Dios sin distracciones.

Descansar implica que estamos sometidos al Dios creador, confiando en Él y en su cuidado por nosotros. Descansar es un acto de adoración.

  1. Descanso por la liberación. En Deuteronomio 5:12-15 guardar el día de descanso es un reflejo del reposo que Dios le dio a Israel al liberarlo del yugo de Egipto. El creyente del Nuevo Testamento descansa en Jesús, y lo expresa adorando a Dios cada domingo.

Encontramos nuestro descanso no tanto al terminar las actividades, sino al enfocarnos en aquel que da el descanso, Jesús. Esto lo encontramos claramente en Hebreos 4:9-11, donde el creyente entra en el reposo mientras camina hacia el reposo eterno.

Descansamos en Jesús ya que el reposo es una realidad en esta temporalidad, que se completará en la eternidad. Como seguidores de Jesús, al descansar le decimos a Dios que solo Él es soberano. Demostramos que confiamos en su cuidado y en el cuidado de todo lo que nos importa. Él protege la iglesia, Él guarda a Sus hijos.

Proclamamos con el descanso que nosotros no somos dioses, sino que Él es Dios, que es el Ser Supremo y que le debemos adoración.