SQ004-Las Dispensaciones

En el estudio de las Escrituras es importante entender que la revelación escritural se divide en períodos bien definidos. Estos están claramente separados, y reconocer estas divisiones y sus propósitos divinos constituye uno de los factores más importantes en la verdadera interpretación de las Escrituras. Estas divisiones se conocen como «dispensaciones».

En la Biblia de Scofield se define una dispensación como «un período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna revelación específica de la voluntad de Dios«.

Dispensacionalismo

Es un sistema teológico que subraya que Dios ha empleado diferentes medios de administración de Su voluntad y Su gracia en diferentes períodos de la historia humana. Sin embargo, lo distintivo del dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. De acuerdo a este sistema existen siete dispensaciones:

1.     Dispensación de la Inocencia (era de la libertad)

La Dispensación de la Inocencia se extiende desde la creación hasta la caída de Adán. El tiempo de su duración no es revelado, no obstante la comisión divina dada a Adán en ese período y su caída indican el curso y el fin de la intención divina dentro de esa era.

Esta dispensación comenzó con la creación del hombre (Génesis 1:26-27) y continúa hasta Génesis 3:6. En esta era al hombre le fue dada la responsabilidad humana de ser fructífero, dominar la tierra, tener dominio sobre los animales, usar los vegetales para comer y cuidar del huerto del Edén (Génesis 1:28-29; 2:15). Sin embargo, fue dada una prohibición; se instruyó al hombre para que no comiese del árbol del conocimiento del bien y del mal:

“Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17).

Aunque al hombre se le concedió un estado bendito, un cuerpo, mente y naturaleza perfectos, y todo lo necesario para disfrutar de la vida, Eva sucumbió ante la tentación y comió el fruto prohibido y Adán se unió a ella en su acto de desobediencia (Génesis 3:1-6). Como resultado vino el juicio divino, la muerte espiritual, el conocimiento del pecado, el miedo hacia Dios y la pérdida del compañerismo.

2.     Dispensación de la Conciencia (era de la determinación humana)

La Dispensación de la Conciencia se extiende desde la caída de Adán hasta el diluvio, en cuya época la conciencia era, aparentemente, la característica distintiva de la vida humana en la tierra y la base de la relación del hombre con Dios.

Esta dispensación, que comienza en Génesis 3:7 y se extiende hasta Génesis 8:19, trajo nuevas responsabilidades sobre el hombre, establecidas en el así llamado pacto con Adán y Eva. Se emitió una maldición sobre Satanás:

“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:14-15)

Y también cayó una maldición sobre Adán y Eva:

“A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:16-19).

Aunque no se revela un código detallado de moral dado al hombre en este tiempo, se le exigió que viviera de acuerdo a su conciencia, guardando el conocimiento de Dios a medida que le fuera dado.

3.     Dispensación del Gobierno Humano (pacto con Noé)

La Dispensación de Gobierno Humano se extiende desde el diluvio hasta el llamamiento a Abraham; está caracterizada por la delegación al hombre del gobierno propio, y es terminada por la introducción de un nuevo propósito divino.

Esta dispensación cubre el período desde Génesis 8:20 a 11:9. A Noé Dios le dio un pacto incondicional (Génesis 8:20-9:17), en el cual Él prometió que no habría más destrucción por diluvio (Génesis 8:21; 9:11). Dios prometió que las estaciones en el curso de la naturaleza no cambiarían (Génesis 8:22) y le dio nuevamente al hombre el mandamiento de multiplicarse (Génesis 9:1) y de continuar su dominio sobre los animales (Génesis 9: 2); se encomendó a los gobiernos el administrar justicia y moral.

“Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados” (Génesis 9:1-2)

4.    Dispensación de la Promesa (pacto con Abraham)

La Dispensación de la Promesa comprende desde el llamamiento de Abraham hasta la promulgación y aceptación de la Ley de Moisés en el Monte Sinaí. Durante esta era solamente la promesa divina sostiene a Abraham y a su posteridad.

Este pacto, que comienza en Génesis 11:10, se extiende hasta Éxodo 19:2. En él la responsabilidad humana fue dada en la forma de confiar en las promesas de Dios reveladas a Abraham. El contenido de su revelación divina incluía la promesa a Abraham (Génesis 12:1-2; 13:16; 15:5; 17:6), la promesa a Israel, la simiente de Abraham, de la que saldría una gran nación y el canal para el cumplimiento de la promesa de Dios (Génesis 12:2-3; 13:16; 15:5,18-21; 17:7-8; 28:13-14; Josué 1:2-4); y una promesa de bendición a toda la tierra a través de Abraham:

“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3).

El principio fue establecido de manera que Dios bendijera a aquellos que bendijeran a Abraham y maldijera a aquellos que maldijeran la simiente de Abraham.

El pacto abrahámico es uno de los pactos importantes de la Biblia e incluye la provisión de que Israel sería una nación para siempre, tendría el título de su tierra para siempre, sería bendecida en cosas espirituales, estaría bajo la protección divina y tendría el signo especial de la circuncisión:

“Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto” (Génesis 17:13-14).

El pacto era a la vez de gracia en principios e incondicional, por cuanto no dependía de la fidelidad humana, sino de la fidelidad de Dios. El pacto con Abraham fue dirigido primeramente a Abraham y sus descendientes hasta donde estaba comprometida la responsabilidad dispensacional. El mundo como un todo continuaba bajo el gobierno humano y la conciencia como su responsabilidad primaria.

5.    Dispensación de la Ley

La Dispensación de la Ley se extiende desde la promulgación de la Ley de Jehová a través de Moisés y su aceptación por Israel en el Sinaí (Ex. 19:3-31: 18). Continuó el gobierno autoritativo de Dios sobre el Pueblo de Israel hasta la muerte de Cristo en la cruz. Una breve porción de este periodo (probablemente de siete años, que Cristo declaró en Mateo 24:21-22 que serían acortados) que corresponde a la .semana Setenta de Daniel (Daniel 9: 24-27), aún está por cumplirse.

La dispensación de la ley comienza en Éxodo 19:3 y se extiende a través de todo el período hasta el día de Pentecostés en Hechos 2; aunque en un sentido estricto, la ley finalizó en la cruz.

La ley mosaica fue dirigida solamente a Israel, y los gentiles no eran juzgados por sus normas. La ley contenía un detallado sistema de obras, incluidas tres principales divisiones: los mandamientos (la voluntad expresada de Dios en Éxodo 20: 1-26); los juicios (la vida social y civil de Israel, Éxodo 21:1-24: 11); y las ordenanzas (la vida religiosa de Israel, Éxodo 24:12-31:18). El sistema de sacrificios y del sacerdocio que fue incluido era tanto legal como de gracia. El gobierno en esta dispensación era una teocracia, un gobierno por medio de Dios a través de sus profetas, sacerdotes y (más tarde) reyes. El pacto mosaico fue también de carácter temporal, en vigencia sólo hasta que Cristo viniese:

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gálatas 3:24-25).

La naturaleza de la dispensación era condicional, esto es, la bendición estaba condicionada a la obediencia.

Por primera vez en la historia la Escritura reveló un completo y detallado sistema religioso bajo la ley, proveyó el terreno para la limpieza y el perdón, la adoración, y oración, y ofreció una esperanza futura.

6.    Dispensación de la Gracia

La Dispensación de la Gracia se extiende desde la muerte de Cristo hasta Su regreso para recibir a Su iglesia. Esta es una edad caracterizada por la gracia en el sentido de que en esta edad Dios, quien siempre ha actuado en gracia hacia todos y cada uno de los seres humanos a quienes Él ha bendecido, está haciendo una específica demostración celestial de Su gracia por medio y a través de la completa compañía de judíos y gentiles que han sido salvados por gracia y a través de la fe en Cristo. Estos son un pueblo celestial quienes, debido a que su ciudadanía está en los cielos, serán removidos de la tierra tanto por la resurrección como por el arrebatamiento cuando el número de sus elegidos sea completado.

La dispensación de la gracia comienza justamente en Hechos 2 y continúa a través del Nuevo Testamento, culminando con el arrebatamiento de la iglesia. Las Escrituras que se relacionan con esta dispensación se extienden desde Hechos 1 hasta Apocalipsis 3. La dispensación de la gracia fue dirigida solamente a la iglesia, puesto que el mundo como un todo continúa bajo la conciencia y el gobierno humanos. En ella, la salvación se revela que es por la fe únicamente, lo cual fue siempre verdad, pero ahora se hace más evidente (Romanos 3:22-28; 4:16; 5:15-19). La cita bíblica más relevante de esta dispensación es:

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:16-17).

En esta presente etapa la gracia divina es especialmente evidente en la venida de Cristo (Juan 1:17), en la salvación del creyente y en nuestra posición ante Dios (Romanos 3:24; 5:1-2, 15-21; Gálatas 1:1-2:21; Efesios 2:4-10), y en la naturaleza de la gracia como una regla de vida (Gálatas 3:1-5:26).

En la presente dispensación la ley mosaica está completamente cancelada en cuanto a su aplicación inmediata, pero continúa para testificar de la santidad de Dios y provee muchas lecciones espirituales para ser aplicadas.

7.     La Dispensación del Reino

La Dispensación del Reino se extiende desde la Segunda Venida de Cristo y a través de mil años hasta terminar con la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra. Esta dispensación está caracterizada por el hecho de que Satanás estará atado, los pactos de Israel serán cumplidos, la creación será librada de su presente esclavitud y el Señor mismo reinará sobre la tierra y sobre el trono de David, Su Padre.

La dispensación del reino comienza con la segunda venida de Cristo (Mateo 24; Apocalipsis 19) y es precedida por un período de tiempo en el cual se incluye la tribulación, el cual hasta cierto grado es un período transitorio. En el reino, la responsabilidad humana será obedecer al rey, quien regirá con vara de hierro (Isaías. 11:3-5; Apocalipsis 19:15). El reino será teocrático, esto es, una reglamentación de parte de Dios, y habrá un sistema renovado de sacrificios y sacerdocio (Isaías 66:21-23; Ezequiel 40-48). Un rasgo excepcional de este período es que Satanás será atado y los demonios permanecerán inactivos (Apocalipsis 20:1-3, 7). El reino, sin embargo, también será un período de fracaso (Isaías 65:20; Zacarías 14:16-19), y habrá rebelión al final del mismo:

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” (Apocalipsis 20:7-9).

El juicio divino que sigue incluye la destrucción de los rebeldes por medio del fuego (Apocalipsis 20:9) y la destrucción de la antigua tierra y cielo por fuego (2 Pedro 3: 7, 10-12).

En las dispensaciones se cumple el propósito de Dios de manifestar Su gloria, en el mundo natural y en la historia humana. A través de la eternidad nadie podrá levantar la pregunta de si Dios podría haber dado al hombre otra oportunidad para alcanzar la salvación o la santidad por medio de su propia habilidad. Un conocimiento de las dispensaciones es la clave para el entendimiento del propósito de Dios en la historia y el despliegue de la Escritura, la cual registra los tratos de Dios con el hombre y su revelación divina concerniente a sí mismo.

 

Resumen tomado de: Teología Sistemática I y II, por Lewis Sperry Chafer
Compilado por: Rubiel Navarro Ch.