Serie: Cultivar la salud emocional (MANTENERSE FÍSICAMENTE)
Una condición física envidiable
Jesús desde niño, y durante toda su vida, experimentó un desarrollo y un progreso constante en diferentes aspectos de su vida: creció en capacidad espiritual y cognoscitiva, se desarrolló físicamente y recibió más y más la gracia de Dios y de las personas a su alrededor.
Las investigaciones científicas sobre la vida de Jesús, en lo relacionado con su capacidad física, arrojan resultados sorprendentes. Por ejemplo, se ha calculado que durante su vida, y sobre todo, en su ejercicio ministerial pudo haber caminado alrededor de 34 mil kilómetros.
- Al analizar el estilo de vida de Jesús logramos una comprensión mucho más completa de su condición física. Los recorridos que hacía desde las diferentes poblaciones de la época (Nazaret, Capernaum, Samaria, Betania, entre otras) hasta Jerusalén y desde esta capital hacia aquellas regiones, indican que Jesús tenía una capacidad y un desempeño físico admirables.
- Un estudio de la Clínica Mayo, acerca de la vida de Jesús, concluye que los rigores del ministerio de Jesucristo lo ayudaron a prevenir muchas enfermedades físicas y a formar una constitución fuerte. Por lo tanto, es razonable suponer que Jesús estaba en buena condición física, antes de su sacrificio en la cruz.
- Jesús fue Dios, pero era Dios hecho carne; Dios en un cuerpo. Para estar en condiciones de llevar a cabo todo lo que el Padre deseaba que hiciera, tenía que cuidar su cuerpo y realizar actividades físicas que contribuyeran con el objetivo de tener una fortaleza y una resistencia inimaginables.
“El bienestar físico no es solo una de las claves más importantes para tener un cuerpo saludable: es la base de una actividad dinámica e intelectualmente creativa. La relación entre lo saludable del cuerpo y las actividades de la mente es sutil y compleja. Aún no se logra entenderlo todo; pero sí sabemos lo que los griegos sabían: que la inteligencia y la habilidad solo pueden funcionar en su más alto nivel cuando el cuerpo es saludable y fuerte. El ánimo robusto y las mentes fuertes generalmente habitan en cuerpos sanos” (John F. Kennedy).
Lo que bíblicamente se conoce de la vida de Jesús nos enseña lo importante que es, para todo cristiano, mantenerse físicamente saludable.