Serie: Cultivar la salud emocional (ALEGRARSE)
Aprendiendo a estar alegres
El gozo es algo que todos anhelamos, pero que a menudo parece difícil de alcanzar. Experimentarlo debe ser parte de la vida de todo cristiano, entendiendo que es un fruto del Espíritu Santo, producido por la obra de Dios en cada uno, y es parte de Su voluntad para con nosotros.
En estos versículos, Jesús les enseña a Sus discípulos que el amor que Él siente por ellos tiene su origen y su razón en el amor que Él recibe del Padre. Por su parte los discípulos deben dedicarse a permanecer en el amor de Jesús, lo que implica guardar sus mandamientos.
- Una de las claves del gozo es vivir en obediencia a Dios. Jesús desea que Su gozo esté en Sus discípulos; y se refiere tanto al gozo que le causa el amor de su Padre como al gozo que ha experimentado al guardar siempre los mandamientos de Dios.
Si los discípulos, a su vez, guardan los mandamientos de Jesús, tendrán parte de su gozo. Cuanto más guarden Sus mandamientos, tanto más participarán de Su gozo, ya que también permanecerían cada vez más en Su amor, lo que llevaría a que Su gozo fuera más y más perfecto.
- Una manera de experimentar el gozo es enfocarse en Dios. En lugar de meditar en nuestras dificultades o en las cosas que roban nuestro contentamiento, podemos meditar en Dios. Esto no quiere decir que debamos negar nuestro descontento o nuestras emociones negativas; todo lo contrario, podemos decirle a Dios, sin rodeos, todas las cosas que nos afligen. Y luego entregarle todas esas cosas a Él, recordando quién es Él, y siendo felices en Él.
- ¿Cómo estar alegres? El estudio de la Palabra de Dios puede traernos gozo. Experimentamos el gozo al comunicarnos con Dios a través de la oración, y al mantener nuestro enfoque en aspectos positivos en vez de en circunstancias difíciles o que nos producen tristeza.
El gozo está destinado a ser un sello distintivo de la vida cristiana. Es un fruto del Espíritu Santo y un don de Dios. Recibimos este maravilloso regalo cuando nos enfocamos en la verdad de quién es Dios, cuando tenemos comunión con Él a través de la oración, y compartimos con los miembros de la iglesia que Él ha establecido.
El gozo viene de una firme relación con Jesucristo. Cuando nuestras vidas están entrelazadas con la del Señor, Él nos ayuda a atravesar la adversidad sin hundirnos en depresiones debilitantes y administrar la prosperidad sin trasladarnos a esferas engañosas.