Serie: Cultivar la salud emocional (DESCANSAR)
Jesús es nuestro reposo
La clave para entender cómo Jesús es nuestro reposo se encuentra en la palabra hebrea sabbat, que significa “descansar, o parar, o dejar de trabajar”. El origen del día de descanso viene desde la misma creación. Después de crear los cielos y la tierra en seis (6) días, Dios “reposó el día séptimo de toda la obra que hizo” (Génesis 2:2).
Esto no significa que Dios estaba cansado y necesitaba descansar, porque Él es omnipotente, nunca se cansa, y cualquier esfuerzo Suyo no disminuye en nada Su poder; el reposó de Dios en el séptimo día, simplemente significa que dejó de hacer lo que estaba haciendo. Terminó de hacer Su obra.
- Dios utilizó el ejemplo de Su reposo en el séptimo día de creación para establecer el principio del día de reposo para Su pueblo. Este día fue establecido para que las personas pudieran descansar de sus labores y empezar de nuevo, después de un descanso de un día.
- Los diferentes elementos del día de reposo simbolizaban la venida del Mesías, quien proporcionaría un descanso permanente para Su pueblo. Bajo la Ley del Antiguo Testamento, los judíos hacían una infinidad de cosas para hacerse aceptables a Dios (sacrificios y ofrendas) y acercarse a Él para obtener perdón y restaurar la comunión con Él, pero sólo temporalmente.
Todo esto fue ofrecido como un anticipo del sacrificio supremo de Jesús en la cruz; luego Él descansó y se sentó a la diestra de Dios Padre (Hebreos 10:12). Por lo que Jesús hizo, nosotros ya no tenemos que “trabajar” o hacer algo para cumplir la ley y ser justificados ante los ojos de Dios. Jesús vino para que nosotros pudiéramos descansar en Dios y en la salvación que Él ha proporcionado.
- Un aspecto importante del día de reposo es que Dios lo bendijo, lo santificó, y lo hizo sagrado. Aquí vemos, de nuevo, el símbolo de Cristo como nuestro día de reposo—el Hijo santo y perfecto de Dios que santifica y consagra a todos los que en Él creen. En Él encontramos total descanso de las labores de nuestro propio esfuerzo, porque sólo Él es santo y justo. En Él tenemos descanso espiritual, no sólo un día a la semana, sino por siempre.
Jesús también es el “Señor del día de reposo” (Mateo 12:8). Como Dios encarnado, Él decide el verdadero significado del día de reposo porque Él lo creó, y Él es nuestro día de reposo encarnado , que nos da descanso de intentar alcanzar nuestra propia salvación. En Él descansamos de nuestras obras y confiamos en Su obra eterna por nosotros.
No existe ningún otro reposo además de Jesús. Sólo él satisface los requisitos de la Ley, y proporciona el sacrificio que expía el pecado. Él es la provisión de Dios para nosotros, permitiéndonos descansar de nuestras propias obras.