Serie: Cultivar la salud emocional (DESCANSAR)
Apartarnos para Dios
Dios nos llama a vivir en comunidad, sin embargo, a veces es importante apartarnos para estar a solas, orar, reflexionar y descansar. Es algo en lo que tenemos que disciplinarnos si queremos prosperar en medio de tanta saturación de ruido, notificaciones e información.
Es algo que necesitamos si hemos de disfrutar la calma que solo Dios puede darnos. Si Jesús necesitó de esos momentos, ¡nosotros también! (Mateo 14:23; Lucas 4:42).
- El silencio y la soledad nos ayudan a minimizar las distracciones cuando nos disponemos a presentarnos ante Dios y estar en oración con Él (1 Pedro 5:7). También nos ayudan a minimizar las distracciones para meditar en la Palabra que nos restaura (Salmo 19:7). Así como Elías necesitó estar a solas para escuchar en un susurro la voz de Dios, nosotros también necesitamos esta disciplina espiritual para conocerlo más a Él.
Esta es la estrategia bíblica para vivir con enfoque y descanso mental en medio del ruido y las distracciones del mundo actual.
- Sin embargo, nos sigue atrayendo la ilusión de omnisciencia que encontramos en la tecnología y en los intereses intrascendentes. Así que tener tiempos de aislamiento y descanso es irreflexivo para algunos, porque atenta contra la fantasía moderna de que podemos y necesitamos saberlo todo para no quedarnos atrás en la carrera contra el resto del mundo.
A muchos no les atrae apartarse para estar a solas con Dios, porque eso significa reconocer que el mundo no los necesita tanto como piensan; pero la mejor alternativa que tenemos en esta incierta actualidad es buscar a Dios y descansar en Él para poder crecer juntos como iglesia.
- La Biblia enseña, con palabras muy contundentes, que el hombre separado de Dios no busca en realidad a Dios; no quiere ser confrontado con su pecado, su temporalidad y sus debilidades. Le agrada la distracción, porque le ayuda a ignorar su condición de pobreza espiritual y separación de Dios. Se requiere mucho valor para abandonar las distracciones, el orgullo, el consumismo, y las fantasías contemporáneas del mundo moderno.
La clave está en entender que Jesús es lo más necesario e importante que tenemos. Él vino a morir en la cruz para darnos descanso y llevar el castigo por nuestro pecado. Así podemos tener acceso al Padre, quien desea que entremos en su reposo para encontrar descanso verdadero (Hebreos 4:1-11).
Al apartarnos del caos para buscar conocer más a Dios en oración y estudio inteligente de su Palabra, experimentamos un adelanto del descanso final en Dios que nos aguarda por la eternidad.