La fiesta de Halloween, que se celebra el 31 de Octubre de cada año, es un evento que está cobrando cada vez mayor auge, y a la vez extendiéndose en diversas partes del mundo, incluyendo Latinoamérica. Esta festividad genera millones de dólares en ganancias para los comerciantes y empresas que venden disfraces, máscaras, libros y todo tipo de elementos diseñados para utilizarlos ese día “tan especial”. Grandes y niños compran todo tipo de productos, esperando con alegría la llegada de ese día para celebrar lo que se cree es una fiesta alegre y simpática.
Si toda la gente que celebra el Halloween pudiera por un solo instante ver lo que los ojos naturales no pueden ver, es decir el mundo espiritual, se darían cuenta automáticamente que esta celebración no tiene nada de alegre y simpático, sino más bien algo triste y dramático.
“La fiesta de Halloween no fue creada para divertir sino para destruir”
Vivimos en un mundo saturado de lo oculto y diabólico, de todo lo prohibido por Dios. Las películas en el cine, programas en la TV, libros, juegos para niños, adolescentes y adultos proveen imágenes y contenido completamente saturados de satanismo, los cuales se presentan como un juego ingenuo, una diversión o un motivo de esparcimiento. Lo mismo sucede con la celebración del Halloween: es una mentira disfrazada para que la gente sea engañada.
¿De dónde salió el Halloween?
Halloween, también conocido como Noche de Brujas, Noche de Muertos o Noche de Víspera de Difuntos, es una celebración resultado del sincretismo (intento de conciliar doctrinas distintas) originado por la cristianización de la fiesta del fin de verano de origen celta llamada Samhaín.
La palabra «Halloween» se define tradicionalmente como una forma acortada en lengua escocesa de la expresión inglesa Allhallow-even usada como tal por primera vez en el siglo XVI. All Hallows’ Even, o también All Hallows’ Eve, era el antiguo nombre en inglés de la «víspera de todos los Santos», esto es, la víspera de la fiesta católica del 1 de noviembre.
«Hallow» es una forma en inglés —ya en desuso— para referirse a los santos, proveniente a su vez del anglosajón «haliga», «halga» que significa «santo», «santificar» o «consagrar». A su vez, «even» o «eve», también en desuso, designa la parte final del día, esto es, la víspera del día siguiente. Por lo tanto, el día de Halloween es la celebración en la noche anterior al día de todos los santos del 1 de noviembre.
El Halloween era una festividad tradicional europea atribuida a los Celtas, quienes vivían en Inglaterra, Irlanda y norte de Francia. Estos celebraban el último día de Octubre “El Festival de Samhaín”, a quien consideraban como “el señor de la muerte”. Los Celtas creían que al hacer esta festividad, las almas de los muertos regresaban a sus casas en esa noche y creían también que los demonios, fantasmas y gatos negros deambulaban por todas partes. Durante el festival, los Druidas (sacerdotes y maestros de los Celtas) le ordenaban a la gente que encendieran una fogata en sus casas, mientras ellos encendían otra más grande en el alto de las colinas.
A lo largo de la celebración las personas se vestían con disfraces hechos con pieles y cabezas de animales sacrificados. Se cree también que ellos obtenían los sacrificios que hacían de los mismos pobladores del lugar. Recorrían las casas pidiendo un niño o una joven virgen para quemarla en la gran fogata, dejando en la puerta una fruta con una vela encendida para “impedir” a los demonios que entraran y mataran a los que allí vivían. A esto se lo consideraba “un trato o acuerdo” (en inglés «Trick-or-treat»). Si la familia se negaba, entonces los sacerdotes le marcaban la puerta y esa noche el diablo tenía libertad para entrar y destruirlos. Esto era conocido como “la treta” o “trato”. Este tiempo era considerado ideal para complacer a las fuerzas sobrenaturales que se creían dominaban la naturaleza y era el tiempo ideal para la práctica de la hechicería y adivinación. Con el tiempo los Romanos dominaron a los Celtas pero esta tradición penetró en el mundo romano y dio lugar posteriormente en el Siglo VIII a lo que la Iglesia Romana llamó “El día de todos los muertos”, el cual se celebra en mucho de nuestros países el 1 de Noviembre.
“El Halloween es una mentira disfrazada para que la gente sea engañada.
Esta información que estás leyendo, se puede obtener de cualquier libro de historia antigua, pero es increíble hoy que la gente ciegamente fomente y promueva este tipo de celebración, sabiendo que tiene un trasfondo completamente demoníaco… aunque no todos los saben…
El Halloween moderno es una estrategia “inocente” del diablo, diseñada para destruir a la gente que se asocia, apoya y practica dicha celebración. Toda persona, grande o pequeña, que promueva o practique tales cosas, está expuesta a las más terribles maldiciones del diablo, aquel que vino “a hurtar, matar y destruir” (Juan 10:10). Nadie que se asocie a alguna actividad oculta, demoníaca termina bien en la vida, pues el diablo siempre viene acompañado por sus leales amigos: el pecado, la maldición y la muerte.
Está comprobado que el día de Halloween es un día predilecto para que los satanistas realicen sacrificios humanos de niños y adultos. No es ninguna novedad que año tras año, en ese día, mucha gente desaparezca para luego ser hallada muerta o sacrificada por algunas sectas en algún lugar.
Para ser sinceros, esta celebración no oculta nada, pues todo está a la vista.
Cuando uno ve las vestimentas, las imágenes de cementerios, tumbas, muertos, brujas, murciélagos, todo vestido de color negro, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que esto es algo promocionado desde las tinieblas. ¡Lo más increíble es que la gente, sabiendo esto, se deleita en practicarlo!
Algunos quizás puedan estar pensando: –No hay que ser tan fanáticos-, pero ¿Sabes una cosa?, en realidad Dios nos está desafiando para que seamos coherentes. Sí como cristianos (católicos, protestantes o evangélicos) que amamos a Dios y tenemos a Jesucristo como nuestro Salvador, no podemos permanecer alejados de esta celebración, entonces la luz de Cristo no nos está resplandeciendo y le estamos abriendo una puerta a las tinieblas. En 2 Corintios 2:11 se nos anima a no ignorar las maquinaciones del enemigo. Si nosotros, aun como cristianos, permanecemos ciegos y sin conocimiento podemos ser destruidos (Oseas 4:6).
Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
(2 Corintios 2:11).
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
(Oseas 4:6).
“Tenemos que saber que la ignorancia de un asunto o un tema no nos libra de sus consecuencias”
Por ejemplo: Un persona sedienta puede beber veneno líquido pensando que es un jugo, pero esa ignorancia no le evita el envenenamiento y la muerte. Que la gente ignore todo lo oculto y demoníaco que existe detrás del Halloween no los libra de sus consecuencias.
Dios está derramando del poder de Su Espíritu Santo sobre los creyentes por todo el mundo, para que nos levantemos en el Nombre de Jesucristo y no participemos de las obras infructuosas de las tinieblas, sino mas bien que las reprendamos (Efesios 5:11).
¡Es tiempo que nos levantemos del sueño y el letargo espiritual para actuar en el Nombre del Señor!
¡Vivimos en un mundo difícil y complicado! La Biblia nos dice que estos tiempos son peligrosos (2 Timoteo 3:1) y como creyentes en Cristo, seamos niños, adolescentes, jóvenes o adultos, tenemos una responsabilidad: «Ser la Sal de la tierra y la Luz de este mundo».
Tomemos la fiesta de Halloween como una única oportunidad para demostrar al mundo y a las mismas fuerzas de maldad, que nosotros no seremos engañados ni participaremos en lo que desagrada a nuestro Dios, sino que seremos fieles testigos de Jesucristo en esta perversa generación, ¡Nunca lo olvide: Estar del lado de Jesucristo significa estar del lado del Ganador!
No uses lo que Dios te ha dado para honrar a Satanás. Recuerda que Jesús dice:
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
(Juan 12:26).
Resumen tomado de: “El día de Halloween: ¿sabe usted lo que celebra la gente?”, del pastor Ricardo M. Pugliese Compilado por: Rubiel Navarro Ch.