QDB001-Que dice la Biblia de si misma

Antes de leer lo que la Biblia ofrece, es imprescindible conocer lo que dice de sí misma:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

(Hebreos 4:12)

La Palabra de Dios no es sencillamente una colección de palabras, sino que es un medio de comunicación del mensaje Divino; es contundente, cambia la vida y es dinámica al obrar en quienes la aceptan como manual de vida. Al creyente le revela lo que es y lo que no es, penetra en la médula de lo moral y de la vida espiritual. Discierne lo que está dentro de cada persona, tanto lo bueno como lo malo. No solo es recomendable oírla, sino también usarla para moldear nuestra vida.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

(2 Timoteo 3:16-17)

 

La Biblia no es un conjunto de historias, fábulas, mitos o ideas acerca de Dios. El Todopoderoso, a través del Espíritu Santo, reveló Su plan a ciertas personas que escribieron Su mensaje para su pueblo (2 Pedro 1.20-21). Los escritores, divinamente inspirados, plasmaron este mensaje desde su contexto personal, histórico y cultural. Aunque usaron sus propias mentes, talentos, idioma, y estilo, escribieron lo que Dios quería que escribieran, lo cual es absolutamente confiable porque Dios controló estos escritos. Sus palabras son completamente autoritativas para nuestra fe y vidas. La Biblia es inspirada por Dios. Léala y use su enseñanza para que guíe su conducta.

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

 (Santiago 1:22-25)

Es muy importante conocer lo que la Palabra de Dios dice, pero es imprescindible obedecer lo que Dios, en Su autoridad, ordena y recomienda.

Leerla y estudiarla regularmente para descubrir la verdad de Dios y llegar a tener seguridad en su vida y en su fe, es lo que el Señor espera de cada persona. Es recomendable desarrollar un plan para leerla y aplicarla a cada vivencia de nuestra vida.

No deberíamos estudiar la Palabra de Dios sólo para incrementar nuestro conocimiento, sino para saber cómo llevar a cabo la obra de Cristo en el mundo y para que sea útil en el fortalecimiento de nuestra fe y nos conduzca a hacer el bien, siempre.