El libro de Josué narra la historia de la entrada de Israel al territorio de Canaán, conquistándolo y dividiéndolo, bajo las órdenes de Josué, y asimismo la vida de ellos hasta la muerte de éste. El poder y la verdad de Dios son desplegados maravillosamente al cumplir Sus promesas a Israel.

Los grandes propósitos de Dios no dejarán de cumplirse en el tiempo y en el lugar definidos por Él, y a pesar de las circunstancias. Lograr el éxito en la obra de Dios es simplemente caer dentro de Su voluntad, y hacerlo a Su manera.

En los primeros nueve (9) versículos del capítulo 1 del libro de Josué, encontramos el llamamiento que Dios le hace a Josué para que sea el encargado de continuar con la obra que le había encomendado a Moisés cuarenta (40) años atrás, y después de la muerte de éste último. Dios designa a Josué para gobernar el pueblo en lugar de Moisés, le da detalladas instrucciones y le anima grandemente.

Vemos aquí el honor que se le confiere a Josué y el gran poder depositado en su mano por orden del que es la fuente de todo honor y poder y por quien los reyes reinan. Dios le habla, probablemente, como le había hablado a Moisés, sin intermediarios, dándole ánimo y motivándole a que emprenda la gran conquista de la tierra prometida.

Con esta historia, el Señor nos da una receta infalible para el éxito, y cómo obrar sabiamente:

1.   Un entendimiento del propósito de Dios

1 Aconteció después de la muerte de Moisés siervo del Señor, que el Señor habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

(Josué 1:1-2)

Aunque Moisés había muerto, la obra ha de seguir adelante; cuando Dios tiene una obra que hacer, creará los instrumentos apropiados para llevarla a cabo. Josué no tuvo que decir «Señor, ¿qué quieres que haga?». El camino estaba para él perfectamente claro, y al emprenderlo estaba plenamente consciente de que debía hacer la voluntad de Dios.

Este era el servicio especial al que fue llamado Josué. Esto fue una prueba para su fe, ya que carecía de barcazas o elementos con los que formar un puente para que el pueblo pasara; no obstante, debe creer que Dios, que le ha ordenado pasar, ha de abrirles un camino, pues para entrar en Canaán era preciso cruzar el río Jordán.

2.   La fe en la promesa de Dios

3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

(Josué 1:3)

Todas las cosas son posibles para los que creen. La tierra tenía que ser reclamada al pisarla con los pies. Toda promesa reclamada es una herencia que se nos da; creed que recibís, y lo tendréis.

3.   La certidumbre de la presencia de Dios

5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. (Josué 1:5)

Para la fe, esta triple promesa es un legado perdurable. Su presencia con nosotros significa que todo lo que Él es en Sí mismo lo es para nosotros: «He aquí, Yo estoy con vosotros todos los días». Esta certidumbre conduce a una actitud valerosa y después a la victoria.

Estas son las promesas que Dios hace aquí a Josué para animarle:

  • Que podía estar seguro de la presencia de Dios con él: esto es un gran consuelo para todas las nuevas generaciones de ministros y creyentes de Cristo, saber que la misma gracia que fue suficiente para los que nos precedieron, estará también a disposición de nosotros si somos igualmente fieles al Señor.
  • Que la presencia de Dios no le sería jamás retirada: podemos estar seguros que el Señor estará con nosotros mientras nosotros estemos con Él.
  • Que había de vencer a todos los enemigos de Israel: no hay quien pueda hacernos frente mientras tengamos a Dios de nuestra parte.
  • Que él mismo habría de llevar a cabo el reparto de la tierra entre los hijos de Israel: cuando nos disponemos a actuar conforme a la voluntad de Dios, Él nos dará el poder para que lo hagamos en Su nombre.

4.  Valor en el Nombre de Dios

7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;….

(Josué 1:7a)

Si creemos que Él está con nosotros, entonces podremos ser valerosos para enfrentarnos a nuestros gigantescos enemigos.

5.  Fidelidad a las indicaciones de Dios

7no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

(Josué 1:7b)

La Palabra de Dios tiene que ser para nosotros nuestra única e infalible guía. En observarla hay gran galardón. El ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo debería ser el nuestro, que estuvo siempre consagrado a las Palabras de Su padre («Las palabras que Yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta»). Tengamos en cuenta lo que le sucedió a Saúl en 1 Samuel 15:26: «Rechazar Su palabra es quedar rechazado».

6.  Deleitarse en la Palabra de Dios

8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

(Josué 1:8)

Los que realmente encuentran su deleite en las Escrituras, de verdad serán como árboles plantados junto a ríos de agua, siempre lozanos y llenos de fruto. Los que guardan su Palabra en sus corazones podrán, como buenos hombres, sacar buen tesoro de ellos (Mateo 12:35).

7.   Obediencia a la voluntad de Dios

No fue suficiente que Josué oyera el llamamiento y conociera la voluntad de Dios, sino seguía a ello una obediencia y sumisión verdaderas.

9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

(Josué 1:9)

La rendición de nuestra voluntad a Dios es tan indispensable para la vida y prosperidad espirituales, como lo es la respiración para la vida natural.

¡Hagamos todo como Él nos dice; así obraremos con sabiduría!

Bibliografía

  • BRUCE, F. F.; MARSHALL I. H.; MILLARD, A. R.; PACKER. I.; WISEMAN, D. J. Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Barcelona, Buenos Aires, La Paz: Ediciones Certeza Unidad, 2003.
  • Biblia del Diario Vivir. Nashville, TN: Editorial Caribe, 1997.
  • THOMPSON, Frank Charles. Biblia de Referencia. Miami: Editorial VIDA, 1987.
  • HENRY, Matthew. Comentario bíblico. Terrassa (Barcelona): Editorial CLIE, 1999

 

Compilado por: Rubiel Navarro Ch.

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